CDMX
Fuente: Excelsior.com
Dos astronautas chinos completaron esta semana una caminata espacial de más de nueve horas, un récord mundial, según un comunicado de la Agencia Espacial Tripulada de China, marcando otro hito para el programa espacial en rápida expansión de Pekín.
La caminata espacial, realizada el martes por Cai Xuzhe y Song Lingdong en el exterior de la estación espacial Tiangong, en órbita terrestre baja, duró al menos cuatro minutos más que el último récord establecido por los astronautas de la NASA James Voss y Susan Helms en 2001.
Los dos astronautas de la misión china Shenzhou-19 se pusieron sus trajes espaciales Feitian para llevar a cabo una serie de tareas en el exterior de la estación, incluida la instalación de dispositivos de protección contra la basura espacial, informó la agencia espacial china.
“Completaron con éxito todas las tareas previstas y se mostraron muy emocionados por ello”, dijo Wu Hao, empleado del Centro de Investigación y Entrenamiento de Astronautas de China, a la Televisión Central de China, una emisora estatal.
En 1965, la antigua Unión Soviética se convirtió en el primer país en realizar una caminata espacial. Desde entonces, Rusia y Estados Unidos han llevado a cabo cientos de misiones de este tipo, principalmente fuera de la Estación Espacial Internacional.
La primera caminata espacial de un astronauta chino fue en 2008.
El hito de la caminata espacial china de esta semana se da en medio de una avalancha de otros logros cósmicos recientes que han impulsado la competitividad de Pekín frente a Estados Unidos.
China aterrizó su primer vehículo explorador en Marte en 2021 y, a principios de este año, se convirtió en el primer país en recuperar muestras de rocas de la traicionera cara oculta de la Luna en su misión Chang’e-6. Pekín se ha fijado el objetivo de aterrizar en Marte en 2030.
El objetivo de Pekín es aterrizar en 2030 con sus primeros astronautas en la Luna para convertirse en el segundo país, después de Estados Unidos, en llevar seres humanos a la Luna.
Pekín ha cortejado a una docena de países para que participen en su programa de la Estación Internacional de Investigación Lunar, cuyo objetivo es construir una base lunar en el polo sur de la Luna.
Este programa rivaliza con el programa Artemis de la NASA, que pretende devolver a los astronautas estadounidenses a la Luna por primera vez desde la última misión Apolo de 1972.